Desde la antigüedad, el pueblo hebreo se caracterizó por establecer toda una estructura espiritual bastante singular. Producto de ello, tenemos el tarot hebreo, también denominado “Tarot Cabalístico”. La correspondencia que existe entre el tarot y la Cábala es bien importante y, a ello, nos referiremos a lo largo de la presente publicación.
La singular relación entre el tarot hebreo y la Cábala.
Antes del siglo XIX, nadie había formulado una explicación sistemática que fuera satisfactoria, respecto de los Arcanos del tarot.
Los análisis se limitaban a describir una simbología mediante explicaciones subjetivas, que no atendían a lo que representaban, verdaderamente, los Arcanos de este fascinante oráculo.
Además y como si fuese poco, tampoco se le había hecho corresponder al tarot con sistema o corriente filosófica alguna.
Cada quién, se dedicaba, tan solo, a asignarles un significado a todas y cada una de las imágenes tradicionales que, usualmente, era de carácter supersticioso. Todo lo anterior era lo que solía hacerse y pensarse, hasta que apareció la Cábala en escena.
El tarot hebreo, entonces, está fundamentado en la Cábala misma, que es algo así como un conjunto de especulaciones (en el buen sentido de la palabra) metafísicas sobre Dios, el Universo y el ser humano, con explicaciones sobre sus orígenes, su evolución y su estado actual. La Cábala nos induce a modificar la concepción de este mundo o, lo que es lo mismo, lo que solemos llamar “la realidad”.
Además, nos incita a modificar la concepción que, tradicionalmente, hemos tenido sobre la subjetividad de la percepción de esa “realidad”. En fin y a todas estas, el primer experto en temas esotéricos que llevó a cabo una asociación entre los Arcanos del tarot y la Cábala, fue Eliphias Levi. Su obra fue continuada por otro estudioso en estos temas, como fue el caso de “Papus” o Gérard Encausse.
Así son las cartas del tarot Hebreo
El primer trabajo realmente estructurado y sistemático que asoció la Geometría y el tarot. Resultado: el tarot hebreo
Fue Oswald Wirth quien, habiendo creado el “Tarot de los Imagineros de la Edad Media”, empezó a trazar lo que, actualmente, conocemos como el tarot hebreo. De la misma manera y por la misma época, el reconocido y controvertido psíquico Aleister Crowley (conocido por su Tarot de Crowley), estaba trabajando en su “Libro de Toth” que, de la misma forma, asocia el tarot con la Cábala.
Luego, sería el francmasón Jean Bouchard quien utilizaría las mismas asociaciones hechas por Oswald Wirth, al tiempo que creó un tarot simbólico fundamentado en la misma tradición esotérica. De otro lado pero en la misma dirección conceptual, tenemos que también existe una correspondencia entre los Arcanos Mayores y el alfabeto hebreo. Es más que evidente, que era muy tentador asociar las 22 letras de este alfabeto, con los 22 Arcanos Mayores del tarot.
Sin embargo, existía un obstáculo: el orden en el que se emplazan los Arcanos, respecto de las letras del alfabeto hebreo. Entonces, fue Crowey quien hizo corresponder a El Loco como Arcano de partida y, de paso, con el número cero (0) de la letra hebrea “Alef”. En cambio, Bouchard y Wirth se decidieron por El Mago.
El asunto se complicaba, aún más, en el surgimiento del tarot hebreo, gracias a las consideraciones de Crowley
Crowley cambió el orden de las letras, estableciendo La Estrella (17) en lugar de El Emperador (4). Bauchard, a su vez, invierte El Carro (7) con La Justicia (8) y, así, sucesivamente, otros especialistas de la época llevaron a cabo reparticiones diferentes a las anteriores. No se sabía, entonces, quien estaba equivocado y quién tenía la razón.
A la luz de las consideraciones de los expertos de la actualidad, lo más conveniente y, además, necesario, es recorrer los 22 Arcanos, letra a letra (hebreas, por supuesto). En fin: de todas las correspondencias, la más utilizada y la que es más usual en la actualidad, es la llevada a cabo por Wirth. Es la correspondencia que, justo es decirlo, adoptan nuestros expertos.
A continuación, veremos las respectivas correspondencias entre todas y cada una de las cartas tradicionales del tarot, con las letras del alfabeto hebreo que, necesario es decirlo, es ancestral dado que data de varios siglos. Las mencionadas correspondencias, las veremos en el siguiente apartado.
Son 21 correspondencias entre las letras de este alfabeto y los tradicionales Arcanos Mayores del tarot. Surge el tarot hebreo..
En lo que respecta a la letra “Alef”, tenemos que corresponde al Arcano El Mago. La letra “Beit”, a su vez, se asocia a La Papisa. La letra “Guimel” corresponde a La Emperatriz. En lo que tiene que ver con la letra “Dalet”, tenemos que le corresponde El Emperador. Continuando con la secuencia, digamos qua la letra “He” le corresponde al Arcano de El Papa.
El tarot hebreo presenta, además, a la letra “Vav” como correspondiente al Arcano de El Enamorado. “Zain”, a su turno, está asociado con el Arcano de El Carro. “Jeit” se encuentra en asociación con el Arcano Mayor de La Justicia, al tiempo que la letra hebrea “Teinth” corresponde a El Ermitaño. Para la letra del alfabeto hebreo “Yod”, tenemos el Arcano Mayor de La Rueda.
Continuando, entonces, con la secuencia de correspondencias, anotemos que la letra “Kaf” está asociada con La Fuerza, al cabo que la letra “Lamed” corresponde a El Arcano Mayor de El Colgado. De otro lado pero en el mismo sentido conceptual, digamos que “Mem” es la letra asociada a La Muerte y la letra “Nun” corresponde a La Templanza.
Continuemos, entonces, con la secuencia de cada correspondencia “Letra-Arcano Mayor”, para anotar que la letra “Samej” es propia del Arcano Mayor de El Diablo. El Arcano de La Torre está asociado a la letra “ ’Ain”, La Estrella a “Peh”, La Luna a “Tsadeh”, El Sol a “Kuf”, El Juicio a “Reish”, El Mundo a “Shin” y El Loco a “Tav”.
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Para terminar de momento, cabe anotar que el tarot hebreo cuenta con un poder especial, en tanto que dispone de un alto nivel de acierto en las predicciones en el tarot hebreo gratis. Por ello, es utilizado por expertos de todo el mundo, teniendo en cuenta que es preciso estudiarlo detenidamente, antes de trabajar con este oráculo.